Promover y favorecer la capacitación laboral a través de la Transición a la Vida Adulta

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Visita de María Teresa Rodríguez Carretero a nuestro Centro de Educación Especial.

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María Teresa Rodríguez Carretero nos visitó al finalizar el curso pasado para explicarnos como se trabaja la Transición a la Vida Adulta en el Centro de Educación Especial María Auxiliadora de Campo de Criptana. Este CEE de la asociación ASPANA es pionero en el trabajo de la inserción sociolaboral a través de esta etapa educativa. En esta entrevista nos explica las claves del planteamiento de su programa de TVA.

El programa de Transición a la Vida Adulta llega a ASPANA tras "un proceso de transformación de la Formación Profesional Adaptada (Aprendizaje de Tareas), que se implantó en el Centro María Auxiliadora de la localidad, durante el curso 2000-2001. Desde ese momento, se fueron produciendo cambios y mejoras, avanzando en algunos momentos en la incorporación de Programas de Garantía Social, para dar respuesta educativa personalizada, ya que la diversidad de población escolar cada vez era mayor".

En la actualidad, nos cuenta María Teresa, "se programa haciendo itinerarios individualizados, según necesidades y competencias, teniendo en cuenta el funcionamiento de talleres en su doble vertiente: la de promover y favorecer la capacitación laboral para una posible inserción sociolaboral de las personas con discapacidad, y la de dar posibilidades de participación en tareas manipulativas a personas con discapacidad con más necesidades de apoyo, entendiendo esta práctica como una mejora para su calidad de vida. Este enfoque es de trascendencia, porque supone establecer un modelo de funcionamiento pionero, que permite flexibilizar metodologías de trabajo y agrupamientos, así como favorecer el trabajo cooperativo y en cadena de todos los grupos. Se establecen modelos de funcionamiento que se enmarcan dentro de programas educativos constructivistas, aprendizajes significativos y funcionales, generalizables a la comunidad".

Los programas tienen una doble vertiente: promover y favorecer la capacitación laboral y dar posibilidades de participación a personas con discapacidad, entendiendo estas prácticas como una mejora para su calidad de vida.

En el CEE María Auxiliadora parten de procesos de planificación centrados en las personas, detectando sus competencias y necesidades de apoyo para un posible puesto de trabajo en centros de prácticas. "Determinamos su perfil laboral: aquel para el que el usuario está más capacitado o el que más le gusta, dentro de la oferta de talleres formativos de los que disponemos en la etapa de Transición a la Vida Adulta. En ocasiones, se forma a la persona para puestos laborales como “reponedor”, “conserje”, etc. que, aunque no son perfiles correspondientes a un taller concreto, procuramos facilitarles la posible inserción, estando así los profesionales (maestros de taller) dispuestos a esa flexibilidad de contenidos en su práctica diaria. Paralelamente se les forma en la Formación y Orientación Laboral (FOL) a cargo de la Orientadora Laboral en temas tan concretos como saber presentarse en una posible entrevista de trabajo o elaborar su currículum. Existe un horario semanal –además del propio que regula la etapa de TVA– para los talleres, específico al final de la semana, durante los dos primeros trimestres de curso, generalmente los viernes, para que las personas que se van a incorporar en el último trimestre a las Prácticas Laborales en empresas, se formen de manera personalizada con los profesionales asignados (maestros de taller), procurando simular situaciones reales de trabajo y estableciendo situaciones de role-playing".

"Después del proceso de formación descrito anteriormente, desde la coordinación de TVA junto con el director y la orientadora laboral se determinan los entornos laborales con los que se establecerán convenios de colaboración. Empresas privadas, públicas o Administración, que contemplen espacios para llevar a cabo la formación que previamente se ha entrenado en los talleres del centro. Se firman convenios de colaboración en los que se facilita a los empresarios la admisión de alumnos, procurando que se regulen como otros convenios similares. Se hace un seguimiento de prácticas de cada alumno por parte de la orientadora laboral, completando fichas de tareas con el tutor asignado en la empresa, el alumno y ella misma. Se elabora un informe al final de la formación que llega directamente a las familias y se entrega un diploma al alumno, elaborado por el propio centro y el centro en el que se han hecho las prácticas, una vez finalizado el proceso".